#6 - 12 Intenciones para un nuevo comienzo: mi camino hacia el 2025
Un año para enfocarme en mí, mis proyectos y dejar atrás lo que ya no suma.
Un ritual para comenzar el año
Cada enero, me gusta hacer una lista con metas claras. Para este 2025, decidí establecer 12 intenciones, una para cada mes. Esto me ayuda a mantenerme enfocada y conectada con mis objetivos. Además, creo en el poder de un vision board: tenerlo como fondo de pantalla en mi celular y computadora me recuerda constantemente lo que quiero lograr.
Volver a lo básico para sanar
Hace unos años, atravesé una etapa difícil marcada por la depresión. En esos momentos, hasta lo más básico, como bañarme o cocinar, se sentía como un desafío insuperable. Pasaba días comiendo cualquier cosa o pidiendo delivery porque simplemente no tenía energía para más.
Con el tiempo, entendí que lo que me ayudó a salir adelante fue volver a lo esencial:
Levantarme temprano.
Crear una rutina estructurada.
Salir a correr por las mañanas.
Dedicarse a actividades simples, como pasear a mi perra o limpiar.
Aunque parezca algo obvio, cuando estás en el fondo, lo más simple deja de serlo. A veces, no nos damos cuenta de cuánto necesitamos esos pequeños hábitos hasta que no los tenemos.
Cambiar prioridades para encontrar tranquilidad
Este año decidí cambiar la forma en la que vivo las fiestas: en lugar de salir, opté por un fin de año tranquilo, enfocado en mi bienestar. Fue la mejor decisión que pude tomar.
Diciembre me sirvió para reflexionar no solo sobre lo que quiero dejar atrás, sino también sobre lo que quiero transmitir a los demás. ¿Qué energía comparto con los que me rodean? ¿Estoy sumando o, sin querer, arrastro un peso que no me corresponde? Entendí que parte de mi tranquilidad también impacta en quienes están cerca.
Mis metas para el 2025
Este año tengo claro que mis emprendimientos son mi prioridad. Para lograrlo, sé que necesito dejar de invertir energía en lo que no suma:
No puedo seguir cargando con dramas que no son míos.
No debo defender a nadie más que a mí misma.
No es mi responsabilidad cambiar a los demás.
También aprendí que todos estamos librando nuestras propias batallas, y aunque me enfoque en mí, puedo elegir ser más empática con el otro. No sabemos por lo que está pasando alguien, y un gesto simple de bondad puede marcar una diferencia.
Un nuevo comienzo, un nuevo yo
2025 es mi oportunidad de construir la vida que siempre quise. Aunque el cambio no es fácil, sé que cada pequeño paso cuenta. Este año no se trata solo de metas; se trata de priorizarme, soltar lo que no me hace bien y transmitir una energía más positiva a quienes me rodean.
Es entender que, si las cosas no las hace uno, nadie las va a venir a hacer por vos. Porque a veces, la clave no es solo empezar de nuevo, sino hacerlo con la intención de ser una mejor versión de uno mismo, para uno y para los demás.