#8 -Superando la ansiedad: Mi experiencia sin medicación
Reflexiones sobre el proceso de sanar, aprender a escucharme y encontrar alternativas saludables.
Desde que me diagnosticaron ansiedad, siempre busqué la forma de "tratarla" sin medicación. En su momento, sí opté por esa vía porque estaba atravesando una depresión muy fuerte y sentí que no podía más. La medicación fue necesaria y me ayudó mucho, pero no quería depender de ella. Entiendo que hay personas que realmente la necesitan, y está bien; en mi caso, sentí que podía buscar otra forma de salir adelante.
Es una opinión personal, pero creo que algunos medicamentos pueden generar dependencia. Lo digo desde mi experiencia: me recetaron clonazepam para dormir, y admito que me volví dependiente. Cuando quería apagar mi mente, lo tomaba, pero no era una solución. Tenía responsabilidades, y mi vida no podía girar en torno a eso. Así que decidí enfrentar mis problemas desde otro lugar, sin nada externo. Fue un proceso duro, pero necesario.
Aprendí a transitar momentos difíciles sin medicación, alcohol ni otros escapes. Estas cosas no resolvían nada; solo escondían el problema por un rato. Hoy entiendo que, en su momento, no veía lo que estaba haciendo. Mi actitud hacia mí misma era más de autodestrucción que de sanación.
Creo que todos tenemos procesos distintos. A algunos nos toca enfrentar estas cosas de jóvenes, y a otros, más tarde. Pero lo que no expresamos siempre encuentra la forma de salir. Admitir que no estás bien es el primer paso. Es difícil, pero necesario. Nadie puede salvarte si no hablas. Y aunque no todas las personas a quienes les cuentes podrán ayudarte, buscar apoyo profesional puede marcar la diferencia. Hablar con un psicólogo que te entienda y te haga sentir cómodo/a es clave para atravesar el dolor de manera sana.
Con la ansiedad, lo que más me ayudó fue meditar. Hay muchas meditaciones guiadas en YouTube que se adaptan a diferentes estilos. Algunas veces medito por la mañana y otras, por la noche. Al principio cuesta, pero como todo, es cuestión de práctica. También me ayudó salir a correr; es increíble cómo descargar energía acumulada te cambia el día. Y, por supuesto, escribir. Estos textos no buscan dar lecciones, sino acompañar a quienes pasan por momentos difíciles y sienten que no hay salida.
Si estás en esa etapa, no te desesperes. Aunque ahora no lo parezca, las tormentas pasan. Permitite sentir, buscá apoyo y, sobre todo, tené paciencia con vos mismo/a. A veces, el primer paso para soltar es simplemente reconocerte en lo que sentís.