#9- Ir al psicólogo: el nuevo lujo de la era moderna
En un mundo que predica el autocuidado, la salud mental sigue siendo un privilegio.
Hace unos años, ir al psicólogo era algo que pocos admitían. Hoy, la terapia está en boca de todos: en redes, en charlas con amigos, hasta en el trabajo. Pero, ¿qué tan accesible es realmente?
En Argentina, una sesión privada puede costar entre 10.000 y 20.000 pesos (o más). Y si bien las prepagas deberían cubrirlas, la mayoría te reembolsa un monto muy bajo o te da un listado de profesionales con meses de espera. Al final, cuidar la mente termina siendo un privilegio más que una necesidad básica. Y ni hablar si tenés que ir al psiquiatra y tomar medicación.
Los que tenemos la posibilidad de acceder a terapia, cuando tenemos un problema que no podemos manejar solos, podemos buscar una solución con un profesional. Pero, ¿qué pasa con los que no pueden pagarlo? ¿Con los que necesitan ayuda y no tienen opciones?
El acceso a la salud pública en estos casos es difícil. Los turnos suelen ser limitados, las listas de espera son largas y muchas veces la atención no es continua. Leer libros sobre el tema o ver videos en YouTube puede ayudar, pero no es lo mismo que contar con un profesional que te acompañe y te dé herramientas para salir adelante cuando estás en esa situación.
Vivimos en una era donde el bienestar es tendencia, pero también un negocio. Se nos dice que prioricemos nuestra salud mental, que hagamos terapia, que nos escuchemos… pero en la práctica, no es tan simple. Por suerte, existen alternativas: grupos de apoyo, profesionales que ofrecen sesiones a precios sociales, recursos online gratuitos. No es lo ideal, pero al menos es un punto de partida para quienes no quieren resignarse a lidiar solos con lo que les pasa.
Contame, ¿alguna vez tuviste que dejar terapia por el costo? ¿Cómo lo manejaste?